domingo, 4 de marzo de 2012

Tribunas Libres Y Algunas Aclaraciones

A estas alturas espero que ya hayan leído por lo menos una persona la entrada anterior, si ya lo hicieron, pues que bueno, y si no, ¿que esperan?, en fin, esta entrada es para aclarar el asunto de las tribunas libres, estas tribunas son artículos que serán escritos por ustedes, claro, si quieren, nada es obligado, (aunque si la lectura de este blog, bueno no, peor leanlo porfavor), sin embargo, si llegan a escribir algo relacionado al football, pues mándenlo, y con las correctas imágenes, (ya sean escogidas por mi o si las suyas son muy buenas) pues será publicado.

El que uso este modelo de Tribunas Libres en un principio fue Mariano Tovar, yo llegue a publicar algunas ahí, para ser mas específico, cuatro, bueno fueron 5 pero puso en una sola dos tribunas, esta es la que mas elogios recibí:


Ni ataques ni defensas. Los títulos se ganan en la línea


Es casi asegurado que si le preguntas a un niño en Estados Unidos: "¿si jugaras Futbol Americano que posición te gustaría desempeñar?", éste responda que de Quarterback.

Unos pocos dirán que Wide Reciever o Running Back. Tal vez, viendo el éxito y popularidad de jugadores defensivos como Ndamakung Suh o James Harrison, alguno dirá Tackle Defensivo, o Linebacker. Aquí, por México, muchos quieren ser Safety por Troy Polamalu, o en menor medida, Ed Reed. Algún chico extraño y muy rápido quizá se anime a contestar que le gustaría ser Cornerback, es entendible, pero no creo que exista nadie en el mundo cuya ilusión sea jugar como liniero ofensivo.
Las posiciones que hay en la línea pasan desapercibidas para casi todo el mundo. ¿La razón? Nadie se fija en ellos. Es la posición mas aburrida del juego. Y eso que hace poco tiempo se puso de moda con el estreno en cines de “The Blind Side”, una película muy premiada que cuenta la vida de Michael Oher, tackle de Baltimore.
Pero, si se revisa bien, veréis que posiblemente sea la posición más sacrificada en el football americano. Ellos tienen que aguantar los golpes y blitzes de las defensivas rivales; tienen que sobreponerse a las embestidas de jugadores como Suh; tienen que aguantar una riada, hasta que ya no puedan mas, mientras el hombre al que protegen lanza el pase. Mientras tanto, tienen que sostener presiones infernales, aguantar golpes, empujar a moles mas pesadas o violentas que ellos. Y todo lo anterior sin poder agarrar a nadie, empujando y usando la propia envergadura como única arma.

Su trabajo no acaba ahí. Ellos son los que tienen que hacer a un lado a tipos más grandes y fuertes; dar un paso hacia delante y golpear a tipos endemoniados que van al choque; correr como locos y bloquear al primero que se le ponga enfrente, para que un jugador de su propio equipo tenga una autopista por la que salir corriendo, o una pantalla que le proteja. El que acarrea el balón se lleva todo el premio, para la mayoría él fue quien corrió, quien aguantó, mientras el liniero se queda ahí abajo, en la sombras, aguantando el verdadero dolor, recuperando el resuello sin que nadie se fije en él. Pasando desapercibido.
No existe un jugador más valioso. Eso es solo una falacia. Este año lo ganará Aaron Rodgers, pero imaginad qué seria de Rodgers sin una línea que ha pasado en tres años de ser un coladero a un muro para su estrella. Seguramente no completaría muchos de los pases que intenta. El mítico Joe Montana repetía una y otra vez que el éxito de su carrera se debió a la calidad de su línea y les convertía en protagonistas en cada homenaje y celebración. Lo mismo sucede con los corredores. el éxito de McFadden, o de Foster, se debe a sus líneas. Es curioso el caso de Mike Shanahan. Casi siempre se habla de él como un coach capaz de encontrar corredores dominantes de la nada. Muy pocos explican que el éxito de Shanahan nace de su genialidad como entrenador de líneas ofensivas. Durante años, en Denver, creó una escuela de linieros más pequeños que la media, pero endiabladamente móviles, que convirtieron en estrellas a toda una generación de running backs.
Y qué decir de tipos como Calvin Johnson o Wes Welker. Si sus QB no tienen el tiempo ni la protección, no hablaríamos de ellos como grandes estrellas. Como veis, una cosa lleva a la otra.


En los últimos días se ha abierto un debate en este blog sobre si los títulos los ganan defensas o ataques. Ninguno de los dos. Los partidos se ganan en la línea. Sin ella no hay nada. Y dentro de ella la clave está en los cinco hombres para los que no hay estadísticas, cuyo trabajo no puede ser medido más que por los logros de otros. Los linieros defensivos al menos tienen el consuelo de ver cómo su trabajo se reconoce en forma de sacks y de tackles.
Por eso nos encontramos con que líneas inolvidables, que deberían pasar a la historia, como la que ha defendido a Peyton Manning con una eficacia asombrosa a lo largo de muchos años, termine siendo acusada como culpable de una derrota en el Super Bowl. Es fácil señalar al que no puede esgrimir estadísticas para defender su trabajo. Al que, como el arquero en el fútbol, no se le cuentan las muchísimas jugadas en las que tuvo éxito, sino las pocas en las que el enemigo consiguió franquearlos, U otras de las mas aplaudidas de todos los tiempos: los Raiders de los 60' s, una de la líneas mas seguras en la historia, si quieren, pueden ver el juego por el campeonato de la AFC contra Píttsburgh en youtube, Ken Stabler nunca fue capturado en es ejuego, o no al menos lo que yo recuerdo, en especial esa parte derecha, confomrada por Art Shell, Gene Upshaw y Jim Otto como centro, de las mejores de todos los tiempos.
Los partidos no se ganan en la goal line. Nada de eso. Se ganan en la línea de scrimmage. Ahí se controla el partido. Y a veces echo de menos que en los artículos y los comentarios de este blog, y de otros muchos, no salgan más nombres de linieros ofensivos, los verdaderos sacrificados en este deporte.



Correo Electrónico: ocap_300@hotmail.com /Tiwtter: @clarkmorales

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